Esperanza y optimismo

No es lo mismo la esperanza que el optimismo. Mientras el optimismo es aquel estado de ánimo pasajero que confía que las cosas saldrán como yo esperaba, la esperanza es una confianza mucho más profunda que cree que aunque las cosas no salgan como me gustaría, finalmente todo será para mejor.
El optimismo pone la confianza en las propias fuerzas. La esperanza confía en un poder mayor que sabiamente guía nuestras vidas hacia un buen destino. Para tener esperanza tenemos que estar abiertos a aquello que nos trasciende y nos sostiene y descubrir como en el misterio de la vida hay algo que nos permite confiar.
Cuando caminamos con esperanza, nuestros pasos son más seguros, los que nos permite emprender grandes empresas sin amilanarnos, pues donde hay verdadera esperanza no hay temor.
Sebastián Kaufmann Salinas